1990

Salón de la Fama del Deporte Riopedrense

Enrique Ubarri Acosta
Ecuestre

Don Enrique Ubarri Acosta ocupa uno de los sitiales de preferencia como uno de los grandes propulsores del hipismo puertorriqueño en todas sus facetas, habiéndolo heredado su hijo, Enriquito Ubarri Blanes, que ha seguido sus pasos exitosamente. Don Enrique fue dueño de establo y criador por excelencia durante casi una década. Su potrero Del Sur es uno de los mejores en toda la historia del hipismo puertorriqueño. Las subastas realizadas por el mismo ocupan primerísima posición en esa misma historia y los ejemplares criados por la familia Ubarri siguen cosechando importantes triunfos en nuestras pistas. Aceptando que la crianza de ejemplares de carreras por la familia Ubarri ha sido factor importante en el hipismo boricua en la era moderna, el hípico nuestro no vacila en aceptar como realidad que las facilidades del Potrero del Sur comparaban con los de los criadores de pura sangre de carreras en los Estados Unidos.

¿Cómo se empleó don Enrique en el interés y entusiasmo por la crianza de caballos de carrera y por el hipismo en general? Pues sencillamente, al heredarlo de uno de sus antepasados, don Pablo Ubarri, quien mantenía su criadero entre Santurce y Río Piedras, allá por el siglo diecisiete, con una caballeriza de ejemplares de paso fino.

Entre los logros bien merecidos alcanzados por don Enrique, está el de haber sido seleccionado el Deportista del Año en el 1965; luego, en el 1966, su establo terminó al frente con 11 victorias, conquistando los honores del año, y su ejemplar nativo, "El Rebelde", logrando a la vez el título de "Campeón Tresañero" en el mismo año.