Enrique Ubarri Acosta
Ecuestre

Don
Enrique Ubarri Acosta ocupa uno de los sitiales de preferencia como uno
de los grandes propulsores del hipismo puertorriqueño en todas sus facetas,
habiéndolo heredado su hijo, Enriquito Ubarri Blanes, que ha seguido sus
pasos exitosamente. Don Enrique fue dueño de establo y criador por excelencia
durante casi una década. Su potrero Del Sur es uno de los mejores en toda
la historia del hipismo puertorriqueño. Las subastas realizadas por el mismo
ocupan primerísima posición en esa misma historia y los ejemplares criados
por la familia Ubarri siguen cosechando importantes triunfos en nuestras
pistas. Aceptando que la crianza de ejemplares de carreras por la familia
Ubarri ha sido factor importante en el hipismo boricua en la era moderna,
el hípico nuestro no vacila en aceptar como realidad que las facilidades
del Potrero del Sur comparaban con los de los criadores de pura sangre de
carreras en los Estados Unidos.
¿Cómo se empleó don Enrique en el interés y entusiasmo por la crianza
de caballos de carrera y por el hipismo en general? Pues sencillamente,
al heredarlo de uno de sus antepasados, don Pablo Ubarri, quien mantenía
su criadero entre Santurce y Río Piedras, allá por el siglo diecisiete,
con una caballeriza de ejemplares de paso fino.
Entre los logros bien merecidos alcanzados por don Enrique, está el de
haber sido seleccionado el Deportista del Año en el 1965; luego, en el 1966,
su establo terminó al frente con 11 victorias, conquistando los honores
del año, y su ejemplar nativo, "El Rebelde", logrando a la vez el título
de "Campeón Tresañero" en el mismo año.